Migrañas. Capítulo Uno
Realmente ya lo había sufrido pero aquel día lo llevó al extremo. Venía otra vez a por mí. Había notado que entró sin llamar a la puerta, a ruidos y golpes. Rondaba las dos de la madrugada cuando empezó a agitarme para que me despertara. Presa del pánico, me incorporé y me quedé sentada en mi cama cuando notaba todos esos muebles agitarse y mi cuerpo hacer movimientos en los que realmente sucedían dentro de mi cabeza. Mareada, pensé en volver a dormirme cuando de repente, vino a golpearme la cabeza. Indignada me levanté y empecé a retarle, como si tuviera esperanzas de ganar contra aquello con lo que más estaba luchando. Me golpeaba la cabeza con los puños sin compasión, hasta que al final, ya con mareos, náuseas y aquel dolor de cabeza; me tiré al suelo. Le rogaba que parase pero él no me hacía caso. Él seguía golpeando mi cabeza con más fuerza, cada vez más... Y más... Y más... Parecía querer matarme a golpes allí mismo, pero nunca lo hacía. Tan só